viernes, 29 de julio de 2011

Don Quijote

Escultura de Sergio Martínez Sopena

El genial personaje creado por don Miguel de Cervantes nos ofrece dos perspectivas del ser humano. Por un lado la parte más espiritual llena de anhelos, de ilusiones, de ideales…, por otra la parte terrenal, con la cotidianidad del día a día. Un ejemplo de cada una de estas facetas son las siguientes:

  • "Cuatro días se le pasaron en imaginar que nombre le pondría... y así después de muchos nombres que formó borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante, nombre a su parecer alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo".

Sin embargo, Rocinante era un caballo viejo, delgado que aparentaba no poder hacer mucho, pero formó un muy buen equipo con Don Quijote, con Sancho Panza y con el burro de éste. No era un caballo de gran linaje pero fue un muy buen compañero, un amigo, de espíritu valiente, que sin él no hubiera podido recorrer y llevar a cabo sus aventuras. Uno de los acontecimientos que marca a Rocinante como incondicional amigo de Don Quijote fue el episodio de los Molinos de Viento. Rocinante es el símbolo del caballo mal comido, con los huesos marcados, pero con un empuje inigualable.

Rocianante ha inspirado multitud de textos y para muestra este poema de Carmen Gil

Qué vida la del rocín:

él, que se queja poco,

tocarle un amo tan loco,

metido en tanto trajín.


Y es que el pobre Rocinante

no es ninguna maravilla,

se le notan las costillas

y tiene muy poco aguante.


Sufre subiendo pendientes,

pues soporta en su montura

varios quilos de locura

y le faltan cuatro dientes.


Es un jamelgo muy lento:

nunca cabalga al galope,

y además está algo miope;

pero vive tan contento.


Anda como un caracol:

siempre llega, muy calmado,

el último a cualquier lado;

y es feliz tomando el sol.


Mas es un caballo fiel;

igual al paso que al trote

-eso piensa don Quijote-,

no existe mejor corcel.


  • Su yantar consistía en … “ Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados”…
RECETA DE DUELOS Y QUEBRANTOS

INGREDIENTES

_ Huevos

_ Tocino entreverado

_ Jamón

_ Sesos de cordero

_ Manteca de cerdo

_ Sal y Pimienta

MODO DE HACERLO: Se fríen el jamón y el tocino en trozos en una sartén amplia, utilizando la propia grasa se sueltan los torreznos. Se cuecen lo sesos, se limpian. Se trocean y se saltean en un poco de manteca de cerdo. Se baten los huevos, se salpimientan y se hace un revuelto con los ingredientes anteriores. Se puede servir adornado con pan frito.

Era un plato de agasajo y así fue como Doña María de Austria, viuda de Felipe IV, comió “Duelos y Quebrantos” un domingo 26 de septiembre de 1669 en casa de unos labriegos de La Roda que le dieron hospedaje.

La imagen representada arriba se encuentra en el parque de 23 J en la ciudad de La Habana. Fue terminado en 1980. Está hecho con alambrón y varillas de hierro.

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