Alrededor de 600 d.C., nadie
sabía la gran importancia que llegarían a tener los árabes y sus caballos.
Mahoma nació en la Meca en el
año 570. Allí se hizo un rico
comerciante y empezó a predicar una nueva
doctrina, El Islam. Pero lo que es menos conocido es que Mahoma, según una
leyenda, es también el creador de la raza de caballos árabes.
Al empezar a predicar su credo,
su pueblo no lo creyó y junto a sus seguidores fue expulsado de ciudad natal,
refugiándose en la ciudad de Medina. Allí, para atraer a la gente, pensó que debía
contemplar dos aspectos fundamentales: el fervor religioso y la posesión de
caballos veloces.
Lazlos, fue su primer caballo,
regalo del gobernador de Egipto en los primeros años de la Hégira. Con él hizo
su primera peregrinación real a la Meca. “Lazlos”, significa “caballo del
desierto”, Se cree que fue este animal el
que hizo que Mahoma tuviera esa gran pasión y amor a los caballos y que le
infundiera el pensamiento de crear una nueva raza distinta a todas las
existentes y que tuvieran actitudes excepcionales. A pesar de tener a “Lazlos”
Mahoma nunca abandonó a “Al Qaswá” (su camello favorito).
Dice la leyenda que para seleccionar animales aptos para crear esta nueva raza, ordenó
privar de agua a un grupo de caballos durante siete días. Cuando los dejó
libres, Mahoma los llamó antes de que llegaran al lugar donde estaba el agua,
sólo cinco yeguas acudieron a su llamada antes de beber. De estas cinco yeguas
se dice que descienden todos los caballos árabes. Estas yeguas están presentes
el multitud de leyendas, siendo una de ellas Al-Borak, que significa
literalmente "rayo o estallido, blancura cegadora" fué la yegua
fabulosa con la que Mahoma viajó de noche desde La Meca hasta Jerusalén y
regresó al punto de origen atravesando los siete cielos.
Mahoma decía: “El diablo nunca
osará entrar en una tienda donde habite un caballo árabe”.También escribió esta
máxima en el Coran: “Cuantos más granos de cebada proporciones a tu caballo,
más pecados te serán perdonados”.
El más hermoso y bello del mundo
es el caballo árabe.
La raza árabe es la raza más pura
y antigua que existe. Hay referencias artísticas de este animal, al menos
2.500 años antes de Cristo, y el lugar más relacionado con él, es el desierto. Más
tarde, con las conquistas musulmanas, su raza se extendió por el resto del
mundo.
El árabe es una raza de caballo que se caracteriza por su buena salud, inteligencia y belleza. Una de sus características más específica es su cabeza corta y fina y la curva arqueada de su cuello, por eso, su cruz también es redondeada y su cuerpo largo y recto. Las extremidades son largas y muy fuertes, con tendones definidos. La alzada oscila entre 1,43 y 1,55 metros aproximadamente.
El árabe es una raza de caballo que se caracteriza por su buena salud, inteligencia y belleza. Una de sus características más específica es su cabeza corta y fina y la curva arqueada de su cuello, por eso, su cruz también es redondeada y su cuerpo largo y recto. Las extremidades son largas y muy fuertes, con tendones definidos. La alzada oscila entre 1,43 y 1,55 metros aproximadamente.
El árabe fue la especie elegida
por los europeos para mejorar las razas continentales, utilizando sementales
árabes cruzados con yeguas europeas.
La historia del caballo árabe
parece no estar clara del todo. Aun así, todos los expertos lo ubican en las
tribus de nómadas que habitaban las zonas fértiles de las altas colinas al sur
del Cáucaso: persas, palestinos, sirios... ellos parecen ser los creadores de
una estirpe de caballos de las más veloces del mundo. Estos pueblos criaban a sus
caballos de forma muy selectiva, poniendo muchísimo cuidado en los ejemplares
seleccionados. Los beduinos, iniciadores de la cría de esta estirpe, elegían
líneas muy puras para salvaguardar la casta. Se seleccionaron caballos
individualmente por naturaleza mansa, afectuosa, mirada llamativa y espíritu
orgulloso, tal como la raza es conocida hoy por hoy.
Uno de los antepasados más
representativos del caballo árabe actual fue el Koheide, que ya con esta
denominación se extendió aprovechando la expansión árabe en tiempos de Mahoma.
Durante la época de esplendor y conquista musulmana, este equino llegó a
tierras bereberes, españolas e incluso francesas.
En la actualidad, podemos
clasificar el caballo árabe en tres grandes grupos: el que procede de la parte
europea de Turquía y Asía Menor, el proveniente de la región comprendida entre
Damasco y el río Éufrates, y el caballo de Berbería, en el norte del continente
africano.
Mitos
Según una de las tradiciones más
clásicas del mundo árabe, los purasangres descienden todos, de los
caballos de Ismael, el hijo de Abraham. Dios le regaló a Ismael cien caballos,
que salieron del mar y se quedaron a vivir en los alrededores de La Meca. Ismael los
recogió y los guardó en un corral, los hizo criar, los domó y montó, y, así, es el primer hombre
que monta y doma el caballo. Esto lo escribe Hicham ibn Said ibn Kelbi, en
"Al Kitab Nasab al Khil", publicado en el siglo IX en Bagdad,
Otra leyenda dice que todos los
purasangres árabes son descendientes de Zad El Rakeb, un semental procedente de
las cuadras del rey Salomón, regalado a la reina de Saba.
Más cerca de nosotros, León el
Africano (nacido en Granada pocos años antes de 1492) considera que los
purasangres árabes descienden de caballos salvajes, rápidos y muy ágiles, que
viven en los desiertos árabes, desde Siria hasta Egipto y el norte de África, y
que se empiezan a domesticar en tiempos de Ismael.
Luego está la leyenda de las
cinco yeguas de Mahoma, que produce las grandes familias dentro de la raza pura.
Una leyenda beduina afirma que Allah
creó el desierto, el viento del sur y el caballo, animal que tiene la facultad
de volar sin alas.
Simplemente hermoso!
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