lunes, 26 de marzo de 2012

Cuando los ojos son el espejo del alma


 Fotografía de "El País"

Ayer se celebraron en Andalucía elecciones para elegir a los representantes de los ciudadanos, de donde saldrá el nuevo presidente de la Junta de Andalucía.
Todos los sondeos auguraban una victoria sin paragón del Partido Popular de centro-derecha y una derrota del PSOE, de centro-izquierda, tal como había sucedido en las elecciones generales españolas celebradas hacía apenas tres meses. La victoria del PP, si se produjo, sin embargo, no fue en la medida que se esperaba, y la derrota del PSOE no fue tan catastrófica, pues solo se quedaron a un punto del partido vencedor. Esto, unido a que ninguno llegaba a la mayoría absoluta y que el tercer partido en liza es un partido de izquierdas, IU (Izquierda Unida), hace pensar que el próximo gobierno de la comunidad andaluza sea coalición de izquierdas.
En la noche del domingo 25 de marzo, el candidato del partido vencedor, el señor Javier Arenas, salió a saludar a sus partidarios desde el balcón de la sede de su partido sita en la calle San Fernando de Sevilla. Iba acompañado de varios ministros del gobierno de la nación que lo arropaban y vitoreaban, sin embargo, aunque las palabras y la cara del vencedor sonaban a victoria, en sus ojos se reflejaba la decepción y el fracaso y es que esta era la cuarta vez que se presentaba a las elecciones autonómicas, para el cargo de presidente y, ahora que estaba a punto de tocar el cielo, tampoco parece que lo va a conseguir.
Andalucía tiene un electorado mayoritariamente de izquierdas y el señor Arenas representa con su imagen una derecha que en muchos lugares de Andalucía recuerda aún al “señorito”.

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