Poney Express

Estua dedicada al Poney Express en Arizona

Ruta del Poney Express

Los Estados Unidos son un país de una gran extensión territorial. La distancia entre la costa del Atlántico y la del Pacífico puede ser de unos 3.000 km. Esto dificultaba enormemente las comunicaciones entre el Este y los nuevos asentamientos del Oeste.  Los mensajes que debían llegar generalmente desde la Costa Este hacia el recién explorado y salvaje Oeste, demoraban una eternidad en llegar, en caso de que llegaran.  Por ejemplo, en 1845, un mensaje del entonces presidente James K. Polk tardó seis meses en llegar al Oeste, ya que en aquella época el correo también se enviaba por vía marítima, bordeando América del Sur hasta la Tierra del fuego, y posteriormente a través del Canal de Panamá.  Hasta 1860, la ruta más rápida para enviar correo por tierra tardaba 25 días por la línea Butterfield Stage. Por ello, en 1860 el gobierno incentivó la creación de una ruta más rápida, con la condición de que si para abril de ese año alguien conseguía establecer una ruta que se recorriera en 10 días, todo el trayecto, obtendría para sí el contrato de exclusividad de la línea. Así surgió la Central Overland California and Pikes Peak Express Company, la compañía que acabaría denominándose Pony Express.

Frank Webnwe, jinete dek Poney Express

El 3 de abril de 1860, lograron poner en marcha un arriesgado proyecto para lo cual se construyeron 190 estaciones, la mayoría se instalaron en  fuertes militares, pero otras se construyeron para tal efecto. Se contrató a 50 jinetes y se compraron 500 caballos, todo ello para recorrer 3.106 km en 10 días. 
Las estaciones del Pony Express estaban separadas unos 16 kilómetros a lo largo de la ruta, aproximadamente la distancia máxima que un caballo puede recorrer a galope tendido sin desfallecer del todo. En dichas estaciones el jinete cambiaba el agotado equino por un caballo fresco.
La mochila con el correo iba en la grupa del caballo, en unos atalajes especiales. El caballo cargaba en total 75 kg de correo y con el peso del jinete, el cual no podían pesar más de 56 kg. Estos jinetes eran reemplazados cada 120-160 km. Además, para ingresar en la compañía, debían hacer un juramento solemne sobre la Biblia.

"Yo .............., por este medio juro ante el Gran Dios vivo, que durante mi participación y mientras sea un empleado de Russell, Majors y Waddell, en ningún caso utilizaré lenguaje profano, no beberé licores embriagantes, no discutiré ni pelearé con ningún empleado de la empresa y que en todos los aspectos me conduciré con honestidad, seré fiel a mis deberes y correcto en todos mis actos para ganar la confianza de mis empleadores, y así Dios me ayude"

Anuncio para reclutar jinetes

Para reclutar los jinetes adecuados, la compañía  publicó un curioso anuncio en el que solicitaba jóvenes de hasta 18 años que estuvieran dispuestos a trabajar “con el riesgo de morir a diario”, además como requisito adicional pedían que fueran de complexión delgada y "preferentemente huérfanos".

Atraídos por la oportunidad de aventuras y por una excelente paga, unos 25$ semanales cuando el salario normal no llegaba ni a 2$, más habitación y comida, un gran número de jóvenes se apuntó en este proyecto.  Entre  este grupo de jinetes hubo figuras legendarias, como "Buffalo Bill" Cody, "Pony Bob" y "Wild Bill" Hickok.

 "He resuelto establecer un Pony Express a Sacramento, California, a partir del 3 de abril. Tiempo: 10 días.”

Así decía el lacónico telegrama con que William Russell anunció el 27 de enero de 1860.

El lema de la empresa y de todos estos jinetes era "El correo debe pasar" y esto lo hacían a cualquier precio. Pese a los numerosos obstáculos, muy pocas veces dejaron de cumplir el agotador plazo de 240 horas para la entrega.

Los primeros viajes con valija de correo salieron simultáneamente el 3 de abril de 1860, desde San José en Missouri hacia la costa oeste, y desde San Francisco, California, hacia Missouri.  Ambos llegaron según lo previsto -10 días después- el 14 de abril de 1860.

Apenas un mes después de su inauguración, el Pony Express tuvo su prueba más dura cuando los indios Paiutes de Nevada atacaron e incendiaron algunas estaciones y a los jinetes. En total, destruyeron 7 estaciones, se perdieron 150 caballos y murieron 16 hombres.

En numerosos lugares de EEUU existen estatuas dedicadas

Pero no fueron los indios ni el riguroso clima invernal los que pusieron fin al Pony Express año y medio después de su lanzamiento. Fue la elevada nómina y gastos de mantenimiento que se requerían para tantos jinetes y caballos, aparte del personal administrativo en las estaciones y supervisores de ruta lo que al final resultó demasiado costoso. El Pony Express había ganado 90.000 dólares y perdido 200.000 en el año y medio de existencia.

También se vieron afectados por la competencia de otras empresas por conseguir el contrato con el gobierno y por los conflictos entre los nativos americanos y los colonos que igual recortaron los ingresos de la compañía. Además la situación empeoró con el inicio de la Guerra Civil estadounidense, lo que obligó a que la línea operara intermitentemente en ciertos tramos conflictivos. 

La empresa anunció su cierre el 24 de octubre de 1861, dos días después de que llegara a Salt Lake City el envío del primer telégrafo transcontinental.

En 1866, tras el fin de la Guerra Civil estadounidense, Holladay vendió los establecimientos del Pony Express  junto con los restos de la Butterfield Stage a Wells Fargo por un millón y medio de dólares.

En su breve período de existencia, sus jinetes recorrieron 985.000 km, el equivalente a dar 24 vueltas alrededor de la Tierra. El precio medio para enviar un paquete por Pony Express era de cinco dólares por cada media onza, que equivale a unos 14 gramos. Solamente perdieron una pequeña mochila, todo lo demás se entregó puntualmente.

 

En 2006, el United States Postal Service registró el nombre Pony Express.

 

Montura del Poney Express

La silla de montar utilizada por el Pony Express era la llamada “Santa Fe”, que era la más común usada en la frontera en aquella época. Estaba constituida por un atalaje de madera con pomo  que se ajustaba al caballo mediante una guarnición de doble cincha. Directamente del atalaje iban colocadas los estribos. Sobre él iba colocada una cubierta de cuero llamada “mochila”, provista de aberturas. La “mochila” llevaba incorporadas cuatro “cantinas” (alforjas), donde iba colocado el correo, a modo de bolsillos, directamente construidos sobre ésta y que iban cerradas con candados. La “mochila” podía sacarse del atalaje y colocarse sobre el de otro caballo fácil y rápidamente, por lo cual no era necesario cambiar toda la montura cuando se cambiaba de caballo o se hacía un relevo. De hecho muchos jinetes partían al galope con la “mochila” en la mano que el jinete que acababa de llegar, les lanzaba, y la colocaban en su sitio en marcha.

Los caballos que fueron escogidos eran caballos de pequeño tamaño, medían aproximadamente 1,47 m de altura y pesaban alrededor de 400 kg, por eso el nombre de Pony Express. Gracias a su capacidad para correr  a grandes velocidades, el caballo morgan se había convertido ya en 1840 en la raza favorita para las carreras de enganche. Además durante la Guerra Civil americana, el caballo morgan sirvió de montura a la caballería de ambos bandos, y también fue la montura por excelencia del servicio del Pony Express, aunque también se usaron las razas de caballo pinto y mustang.

El caballo Morgan es la raza americana más versátil. Es un caballo de monta completo y de arneses ligeros.  Fue la montura oficial de la caballería de los Estados Unidos hasta la mecanización, y ha contribuido a crear varias razas americanas.

Caballo morgan

Originario de Estados Unidos, su estatura es entre 1,40 y 1,50 m. Tiene el lomo ancho,  los cuartos traseros musculosos, las patas en escuadra. Su carácter es vigoroso, enérgico y rápido. Es un caballo valiente, inteligente, fiel, y de manejo fácil. Caballo familiar ideal. Sus colores pueden ser bayo, el más común, aunque también puede ser negro, castaño y alazán. No hay colores mezclados.
Esta raza se utiliza para el salto, el adiestramiento, y la caza,  siendo magnífico en cualquiera de estas tareas.

Todos los caballos Morgan tienen como origen común a Justin Morgan, un caballo de color bayo oscuro nacido en 1789 en West Springfield Massachusetts.