Malos tiempos para la democracia

EL RAPTO DE EUROPA

Europa, la cuna de la democracia, se encuentra sumida en una época convulsa que está propiciando qué, precisamente, esta democracia  esté menoscabándose. Y es que en algunos de sus países, supuestamente democráticos, sus gobernantes, elegidos por sufragio universal, están ejercitando unas políticas que en su inicio no estaban recogidas en los programas por los que fueron elegidos. Las medidas adoptadas van claramente contra “el pueblo llano” y se pliega ante los dictados de una minoría que pone las reglas. 

Las reglas están “claritas” si nos paramos a pensar un poco. Durante las últimas décadas los ciudadanos europeos han conquistado una serie de logros impensables en cualquier otra época histórica y, hoy en día, en cualquier otro lugar del orbe y, claro está, si esta “fiebre” de conquista y de derechos sociales se extiende por todo el planeta, gracias al mundo global informativo en que vivimos, qué sería de esas empresas, mejor dicho, de esos empresarios multinacionales que obtienen beneficios ingentes gracias a una mano de obra barata, sin seguros de salud, desempleo o jubilación, por poner unos ejemplos.

Así pues, estos “dictadores”, viéndoles las orejas al lobo, han decidido acabar con nuestras conquistas sociales y dando un golpe de mano están dando un ejemplo al mundo y mandando un mensaje: “ojito con sacar los pies de plato”. Y nuestros políticos, en vez de defender a la ciudadanía que los votó, se pliegan a sus dictámenes con tal de seguir conservando su “parcelita de poder” y nos dicen que si es por nuestro bien, que está en peligro el euro, que mejor perder algo no todo, en fin, una retahíla de cuentos para callarnos la boca y confundir nuestras conciencias.

Y por si todo esto fuera poco, nos “echan a pelear” a unos trabajadores con otros. Que si los funcionarios tienen empleo fijo, pues que se sacrifiquen, que eso de tener trabajo ya es mucho; que si los cuatro millones y medios de parados montaran lo que están montando los 4 mil quinientos mineros…, que no se quejen tanto; y cosas por el estilo. Y nosotros nos lo creemos, en vez de pensar que están recortando el sueldo a trabajadores; que están reduciendo el seguro de desempleo a familias que tienen que sobrevivir con apenas 600 euros al mes. Y así no pensamos que están perdonando millones de euros a los defraudadores; que las rentas elevadas tributan escasamente con trucos legales como los impuestos de sociedades; que no existe ya los impuestos sobre trasmisiones; y un sinfín de “ cositas” más, de las podrían sacar más de lo que están robando a los trabajadores que vivimos con un sueldo.

Ya está bien de que nos impongan más sacrificios, y nos pongan ante los ojos la zanahoria del burro con eso salir de la recesión y la creación de empleo, porque esto se hará cuando los “dictadores” hayan recortado los derechos sociales y se hayan despachado a gusto a nuestras expensas.