sábado, 29 de junio de 2013

Los cuatro jinetes del Apocalipsis




Pintura de Isacio Contreras

El cuadro arriba representado pertenece a Isacio Contreras Rodríguez-Jurado, un genial pintor sevillano prácticamente desconocido. Su anonimato se debe en gran medida a su personalidad, que le impedía  mostrar su obra al gran público, e incluso a su entorno más cercano.
Era el hijo mayor  de una familia numerosa que residía en el sevillano barrio del Arenal. Su padre, ingeniero y empresario, quería que Isacio, el mayor de los hermanos,  se hiciera cargo del negocio familiar, ya que su conducta y su rendimiento académico así lo propiciaban. Sin embargo, desde su más tierna infancia, su vocación se inclinó hacia Las Artes, y su padre tuvo que renunciar esta aspiración cuando Isacio ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría.
Fue el inventor de una técnica pictórica nueva que no llegó a transmitir a nadie, ya que jamás consintió exponer o vender sus obras, y tampoco consintió que nadie visitara su taller, cosa de la que al final de su vida se arrepintió, pues en sus últimos momentos pedía que llamaran a alguien de la Real Academia de Bellas Artes que pudiera entender sus procedimientos pictóricos, pero ya no se entendía apenas lo que decía y se llevó su secreto a la tumba.
Era muy perfeccionista, pero jamás corregía ninguna obra; si alguna no quedaba a su gusto, la tiraba a la basura. Aquella que terminaba, y aprobaba, las donaba a instituciones benéficas.
Era muy creyente y nunca se consideró artífice de su propia genialidad, sino más bien un mero intermediario de Dios y de los Ángeles, que usaban sus manos, según él, para expresar el color, la forma y la belleza.
Los colores predominantes en su obra son la gama de los naranjas, ocres, azules y sienas.
Este cuadro, cedido a su hermana, muestra un precioso caballo profusamente enjaezado. Cada lector podrá interpretar según su criterio lo que este cuadro representa, pero recuerdan a ciertos caballos y personajes mitológicos como uno de los cuatro jinetes del Apocalipsis.
Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis son los cuatro caballeros que se describen en la primera parte del capítulo sexto del Apocalipsis. En este capítulo se habla de un Dios que sostiene en su mano derecha un pergamino cerrado con siete sellos, Dios abre los cuatro primeros de estos sellos profiere un fuerte estruendo, un llamamiento, y con este acto va desatando, uno a uno, cuatro seres de diferentes características y aspectos montados en cuatro caballos también distintos que acuden a su llamada: Los cuatro jinetes del Apocalipsis. 


Los cuatro jinetes del Apocalipsis son símbolos del poder divino en el Juicio Final. Los caballos son usados figurativamente. La interpretación de estos símbolos, nos hace llegar a la conclusión de que los caballos son símbolos proféticos de las fases finales del dominio mundial por el hombre y también anuncian los instrumentos humanos que utilizará Dios en sus juicios providenciales sobre la tierra.
Los estudios del Apocalipsis interpretan  a dichos personajes, y por este orden, con la victoria, la guerra, la peste y la muerte, aunque sólo este último se menciona con claridad.

 
El primer jinete es la victoria, que monta un caballo blanco:

Caballo Blanco
“Cuando abrió el primer sello, oí al primer ser viviente, que decía: Ven. Miré y vi un caballo blanco, y el que montaba sobre él tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió vencedor, y para vencer”

Algunos padres de la iglesia como San Ireneo y San Juan Crisóstomo sostienen que el arquero montado sobre el caballo blanco es la triunfante propagación del Evangelio. Lleva una corona que lo identifica como vencedor y porta un arco, un arma para alcanzar grandes distancias, es representación de lo que hicieron los reinos cristianos, apoyando y llevando la evangelización a pueblos lejanos. Además monta un caballo blanco que denota el carácter  victorioso del jinete y por este motivo, unos identifican a su jinete con Cristo victorioso, los ejércitos de Persia siempre eran acompañados por caballos blancos, sin embargo, otros interpretan a este personaje como el deseo de conquista que llevará a la guerra, a las epidemias y a la muerte. Sería el Anticristo porque trae la miseria y el caos sobre mundo. Es un gran líder político y estratega militar, que tendrá la habilidad de producir una serie de conflictos sin derramar sangre. Con su ingenio para tratar con los conflictos y las conquistas, este dictador universal tendrá la sabiduría suficiente para controlar todos los levantamientos y desórdenes nacionales e internacionales. Entonces los hombres clamarán: "¡Paz y seguridad!" Pero en lugar de eso, los rodeará terrible destrucción, como lo indica el segundo jinete:

"Y le sucederá en su lugar un hombre despreciable, al cual no darán la honra del reino; pero vendrá sin aviso y tomará el reino con halagos" (Daniel 11:21)”.

El segundo jinete es el de la guerra, que monta un caballo bermejo:

Caballo Bermejo
“Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: "Ven". Entonces salió otro caballo, rojo; al que lo montaba se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande”.

El color rojo representa de forma figurada la pérdida de la vida de manera sangrienta. Este jinete lleva a la victoria pero mediante la sangre derramada por los contendientes.  El rojo tiene el significado de juicio, sangre y venganza (Jeremías 25:15-33). Con el segundo jinete viene una guerra global. Muchos estudiosos del Apocalipsis lo relacionan con la situación de pesimismo, tristeza y destrucción que llenó el mundo durante  la Segunda Guerra Mundial.
Siempre se ha asociado el color rojo con pasiones desatadas, con la sangre y la violencia, así cuando este segundo jinete, a lomos de su caballo bermejo, desenvaine su espada, esta vez no será una vitoria táctica, sino la conseguida después de una matanza sin parangón, que hará que las guerras precedentes sólo sean pálidos reflejos.
El poder de este jinete le viene dado por Dios, "le fue dado poder". Este terrible jinete tiene el mandato divino de "quitar la paz de la tierra": la paz ficticia que él mismo había instituido. Dios le prometió la paz a Israel, por extensión a la humanidad,  si era obediente, y espada, si era desobediente.

El tercer jinete es el hambre, que monta un caballo negro:

Caballo Negro
“Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: "Ven". Miré, y vi un caballo negro. El que lo montaba tenía una balanza en la mano”.

Parece ser que el propósito de la balanza que porta este jinete es el de pesar los alimentos, es en pocas palabras, es el símbolo del hambre espantosa. Además en el Antiguo Testamento, el color negro es el símbolo de la indigencia y del hambre.
Este jinete sucede al rojo pues durante la guerra no hay tiempo para sembrar ni para dedicarse a las labores económicas que aseguran las cosechas y el abastecimiento de alimentos, así que después del rojo, viene el negro, el hambre. Este estado es el resultante de los conquistadores victoriosos que quitan la paz a la tierra por el provecho propio. Es el estado de la lamentación y el llanto que se oirán de parte de aquellos que sufrirán hambre durante la gran Tribulación, cuando se venda una libra de trigo por el precio del salario de un día de un obrero.
Los ricos se salvarán durante un tiempo, el castigo parece ser que será para la mayoría de la humanidad, para aquellos que no tienen grandes recursos, los más solventes son los últimos en sufrir, "No dañes el aceite ni el vino." Hay que decir que el aceite y el vino, en la antigüedad, eran artículos de lujo y solo se veían en las mesas de los pudientes.
En la actualidad podemos observar ejemplos de la marcha del caballo negro en las terribles condiciones en las que se encuentran regiones del mundo azotadas por el hambre, donde miles de personas mueren diariamente por la falta de alimentos,  e incluso también en la parte “rica” del planeta  se está haciendo sentir el influjo de este jinete, ¿son acaso el presagio de la Gran Tribulación?

El cuarto jinete es la muerte, que monta un caballo bayo:

Caballo Pálido
“Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: "Ven". Miré, y vi un caballo bayo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra”.

Es el cuarto jinete que acude cuando se abre el cuarto sello y es el único al que explícitamente se le llama por su nombre: Muerte, aunque hay quienes le llaman  la Peste y no porta ningún arma u objeto, pero si se dice que es seguido por el Hades. Sin embargo, en las ilustraciones se le representa con la guadaña. Seguramente, llamarlo Peste, puede venir por el miedo tan atroz que la Peste Negra provocaba en las poblaciones del medievo.
El color del caballo es el de pálido o amarillo pálido, color de los muertos. El Hades o Infiernos, para los griegos, es el custodio de las almas de los muertos, mientras que La Muerte es la de los cuerpos. La muerte y el Hades son compañeros inseparables y ahora operan juntos como instrumentos de juicio y también para dividirse los despojos. El infierno, como consorte y compañero de la muerte, se encarga de recibir a aquellos que la muerte elimina.
Con este jinete los cuatro juicios predichos en Ezequiel 14:21 son manifiestos: "Por lo cual así ha dicho Jehová el Señor: ¿Cuánto más cuando yo enviare contra Jerusalén mis cuatro juicios terribles, espada, hambre, fieras y pestilencia, para cortar de ella hombres y bestias?"
Cuando habla de las bestias de la tierra se refiere a los animales salvajes que debido a las guerras y hambrunas proliferaran a causa, sobre todo, al despoblamiento y, cuando ellas también padezcan el hambre, se lanzarán sobre los humanos para calmar su apetito.
El caballo amarillo y su jinete se convertirán en la figura central cuando las sombras de los juicios finales se amontonen sobre un mundo condenado. 


Pergamino de los siete sellos

El Apocalipsis prosigue  con la apertura de los restantes sellos. En el quinto se menciona a los mártires que murieron por su fe:
“Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los degollados a causa de la Palabra de Dios y del testimonio que mantuvieron”.
Con la apertura del sexto se hace mención de terribles catástrofes naturales que se producen por el poder divino:
“Y seguí viendo. Cuando abrió el sexto sello, se produjo un violento terremoto; y el sol se puso negro como un paño de crin, y la luna toda como sangre, y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera suelta sus higos verdes al ser sacudida por un viento fuerte;…
Algunos estudiosos han querido ver en acontecimientos como el terremoto de Lisboa de 1775, o algún eclipse total de sol, las señales de este anuncio del sexto sello.

Juicio del Séptimo sello
En el último sello, el séptimo, se hace un silencio en el cielo porque se anuncia siete juicios peores que los anteriores:
"Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas".
Aunque su aparición en la Biblia es breve, los Jinetes tuvieron una gran influencia en la cultura occidental. Prueba de ello son la cantidad de representaciones artísticas que de ellos se han hecho en literatura, cómics, cine, televisión, música... y, por supuesto en videojuegos. 

En memoría de María Campañón Vila, admiradora de esta pintura de Isacio Contreras, e inspiradora de este blog.

3 comentarios:

  1. Hola buenas tardes. Genial pintor. Fue un gran amigo de mi padre. Y por amistad tuvo la suerte de hacerse con una colección prácticamente entera de tauromaquia, unos diez cuadros más o menos, similar al primero que pones en el blog. Desde chico la tenemos en las paredes de nuestra casa. Para nosotros siempre han estado muy valorados. Incluso sabíamos que estaban muy cotizados por la genialidad del autor e innovadora técnica pictórica.
    Por lo que nos contaba mi padre, la descripción que das de Isacio es totalmente cierta. Fue una persona profundamente católica y tremendamente humano.
    Enhorabuena por el blog.

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    1. Hola,buenas noches. Gracias por el comentario. Conozco la pintura por su hermana, la propietaria de este cuadro y amiga de una persona de mi familia.

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